viernes, 2 de octubre de 2009

ALCORCÓN - Sueldos congelados por la crisis - AYUNTAMIENTO


El Pleno aprueba por unanimidad por segundo año consecutivo congelar el sueldo de los veintisiete concejales y otros tantos cargos de confianza.




Con los votos del PP a pesar de su reticencia ante el punto nueve (resumido así: "propuesta de Alcaldía-Presidencia en relación a la congelación salarial de los concejales y altos cargos del Ayuntamiento así como la aplicación de austeridad en los incrementos de la plantilla municipal en 2010") el pleno aprobó congelar el sueldo de los concejales y los cargos de confianza por segundo año consecutivo. Se trata, decían tanto la edil de IU, Adela Otero, como la portavoz del PSOE, Natalia de Andrés, de dar ejemplo.

El teniente de alcalde y presidente del pleno, Marcelino García, lo repetía por la mañana ante los medios. "Los poderes públicos deben dar ejemplo en estas situaciones", aseguraba García, quien considera que esta iniciativa "marca un criterio claro en cuanto a medidas de austeridad". La austeridad se extiende a la plantilla municipal, que dejará de crecer con la promesa del equipo de Gobierno Municipal de que ese dinero sirva "para realizar otros tipos de actividades sociales para mejorar Alcorcón".

La economía centró el debate de un Pleno que pudo haber sido rápido y limpio si no fuera por el escollo del punto catorce, en el que se debatía la moción del PP "en relación a la reforma del Gobierno local y su financiación", y el quince, también del PP, en el que el partido opositor pedía que los fondos del Plan de Inversión Local (Plan E) fueran destinados al pago de gastos corrientes de entidades locales y al mantenimiento de servicios básicos.

Fue Guillermo Mayoral quien tomó la palabra por el PP para explicar la postura de su partido y pedir al equipo de Gobierno ni más ni menos que instase al Gobierno central a que habilite tres mil millones de los fondos para pagar gastos de los ayuntamientos. Esta jugada fue aprovechada por el concejal de Hacienda, Manuel Lumbreras, que devolvió los balones directos a la Comunidad de Madrid en el debate tantas veces repetido sobre financiación local. "No pido que la Comunidad de Madrid me dé nada, sólo que me devuelva lo que se ha quedado", espetó Lumbreras.

La propuesta de PP, claro, fue rechazada, y Mayoral dijo con enorme sorna que "es más fácil hacer cuadrar las cuentas de este ayuntamiento a que ustedes nos aprueben una moción".

La que sí fue aprobada, claro, por unanimidad, fue la de congelar los salarios y aplicarse el cuento de la austeridad, aunque el PP reclamó una explicación sobre este punto. Entre las medidas en tal sentido, Marcelino García recordaba por la mañana la iniciativa de la tasa cero en servicios culturales y deportivos para los desempleados y la gratuidad de libros de texto. Sobre la congelación, aseguró no poder concretar cuánto ahorro supondrá hasta conocer el IPC. Sí adelantó que afectará a unas cincuenta personas entre concejales y cargos de confianza que, por segundo año consecutivo, no verán crecer unos salarios, que rondan los sesenta mil euros anuales... netos.

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